Compasión que sana heridas
La compasión es la capacidad de ver el dolor del otro y moverse a actuar. Jesús no solo "sentía" compasión, Él la convertía en milagros, abrazos y palabras de vida. Ser compasivos nos lleva a ser las manos y los pies de Cristo en un mundo herido.
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Versículo: Mateo 9:36"Y al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor."
Reflexión: En un mundo donde es más fácil criticar que consolar, la compasión es un acto de rebeldía espiritual. Jesús veía más allá de la apariencia: veía corazones cansados, almas quebrantadas... y respondía con amor. ¿Estamos mirando a las personas como Él las mira? Cuando alguien la embarra en la iglesia nuestra tendencia es juzgar o murmurar pero Dios nos ha llamado a tener compasión y orar por nuestros hermanos en Cristo.
Pensamiento: ¿Estoy reaccionando a las heridas de otros con juicio o con compasión?
Comparación: La compasión es como un bálsamo: al aplicarse sobre una herida, alivia y comienza a sanar. La indiferencia es como sal: parece pequeña, pero profundiza el dolor.
Acción: Hoy, detente intencionalmente para escuchar a alguien. Puede ser un familiar, un amigo, o incluso un desconocido. No interrumpas, no des consejos rápidos. Solo escucha y muéstrale compasión con tus palabras y tu actitud.
Oración: Padre Celestial, hoy quiero amar al prójimo con hechos y no de palabra, enséñame a amar como tu amas, enséñame a ser una persona que edifica, construye y muestra siempre tu amor, te lo pido en el nombre de Jesús, que si he usado mis labios para juzgar, mentir o murmurar, me perdones y me limpies de todo pecado.