El amor como mandamiento divino

En este pasaje, Jesús nos presenta dos mandamientos esenciales que nos invitan a vivir en amor. El primero, amar a Dios con todo nuestro ser, es fundamental. Pero el segundo, amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, es la expresión más pura de nuestro amor hacia Dios. Amar al prójimo no es opcional, sino un mandato directo de Jesús. A través del amor al prójimo, demostramos nuestra relación con Dios y la transformación que Él está obrando en nosotros. Hoy, reflexiona sobre cómo puedes demostrar ese amor en tu vida diaria, incluso a las personas con las que no tienes una relación cercana. El amor de Dios debe reflejarse en todo lo que hacemos.

Oración:
Señor, ayúdame a amar a mi prójimo como Tú me amas. Que mi vida sea un testimonio de Tu amor incondicional y que pueda ser un canal de bendición para los demás. Amén.