El amor es la marca del discípulo
Amar a otros no es una opción para el cristiano, es un mandato. No amamos porque los demás lo merezcan, sino porque Cristo nos amó primero. El amor es la señal visible de una fe invisible. Es fácil amar a quien nos cae bien, pero el verdadero reto es amar como Cristo: sin condiciones.
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Versículo: Juan 13:35"En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros."
Reflexión: Puedes tener gran conocimiento bíblico, servir en muchas áreas o predicar con poder… pero si no amas, nada de eso tiene valor eterno. El amor es la prueba más alta del cristianismo. No es un sentimiento pasajero, es una decisión que transforma relaciones, comunidades y generaciones.
Pensamiento: ¿Estoy reflejando el amor de Cristo en mis palabras, actitudes y decisiones con quienes me rodean?
Comparación: El que ama como Jesús es como una lámpara encendida en una casa oscura: no necesita decir nada, su presencia transforma el ambiente. El que guarda rencor es como una semilla amarga en tierra fértil: con el tiempo, da frutos que lastiman.
Acción: Hoy, busca intencionalmente demostrar amor a alguien con quien has tenido distancia o conflicto. Un mensaje, una llamada o un gesto amable pueden ser el primer paso hacia la sanidad y el perdón.
Oración: Padre Celestial, quiero ser un verdadero discípulo tuyo amando a los demás como tu me has amado, quiero ser luz y en la luz no hay tinieblas, dame sabiduría para saber como actuar y honrarte.