El Espíritu Santo: nuestro guía, poder y consolador
El Espíritu Santo no es una fuerza impersonal ni una influencia lejana. Es la tercera persona de la Trinidad, que habita en nosotros desde el momento en que creemos en Cristo. Nos guía a toda verdad, nos convence de pecado, y nos da el poder para vivir como verdaderos hijos de Dios.
4/28/20251 min read


Versículo: Juan 14:26 “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
Reflexión: Muchas veces tratamos de caminar en fe por nuestras fuerzas, olvidando que Jesús nos dejó al Espíritu Santo para no estar solos. Es el Espíritu quien nos transforma, quien nos guía en decisiones, quien intercede por nosotros, y quien nos llena de paz en medio del caos. Vivir sin Él es como intentar remar contra la corriente. Pero vivir con Él es fluir en la voluntad del Padre.
Pensamiento: ¿Estoy caminando cada día en comunión con el Espíritu Santo o simplemente lo tengo en segundo plano?
Comparación: Es como tener un GPS en el auto y nunca activarlo. El Espíritu Santo está allí, pero si no le prestamos atención, seguiremos perdidos aunque tengamos la dirección en teoría.
Acción: Tómate unos minutos hoy para hablar con el Espíritu Santo como con un amigo cercano. Pídele que te llene, que te hable, que te dirija. Escucha, espera, y comienza a cultivar esa relación íntima con Él.
Oración: Espíritu Santo, gracias por habitar en mí. Perdóname si he vivido como si no te necesitara. Te invito a llenar cada rincón de mi vida. Guíame, consuélame, corrígeme y transfórmame. Quiero aprender a vivir guiado por tu voz cada día. En el nombre de Jesús, amén.